Dario Garcia, alumno del Master
Una vez que ha pasado una semana desde que estuvimos toreando en la finca de los Hnos Perez Villena, creo que ya he conseguido tener cierta perspectiva para poder expresar mis sentimientos. No lo he podido hacer antes, por que necesitaba un poco de distancia. Tres dias con el toro es una emoción demasiado intensa, durante un tiempo se te queda grabada en lo mas profundo, y son necesarios unos dias para bajar a la tierra.
Hemos pasado un fin de semana disfrutando del campo, de los toros, de la compañía de maestros y compañeros, que han resultado ser gente espectacular. Todos, cada uno en la medida de sus facultades y conocimientos, tratábamos de hacer lo mejor posible, tanto el toreo de salón, como el verdadero, y en todo momento habia alguien que te echaba una mano, o te corregia para tratar de situarte mejor, o para colocarte en la posición ideal frente al toro. Compañerismo y afición, han sido los elementos característicos de esta fiesta que ha durado tres dias
Aprender a torear, a situarse en la plaza, a conocer los terrenos, son cosas que desde el tendido se ven de una manera diferente que en la arena, y lo que hemos hecho es dar un paso mas como aficionados. A partir de ahora, no vale, cada vez que vayamos a la plaza, la crítica fácil, (este torero no ha estado bien, o el toro parece que esta flojo), Ahora tenemos un poco mas de criterio, y todo ello gracias a la impagable labor de todos los profesionales que alli estuvieron, y que nos han tratado como a verdaderos toreros. Han hecho un gran esfuerzo por intentar sacar lo mejor de cada uno de nosotros, y hacernos ver, que cada uno en su medida, todos tenemos alguna habilidad que puede desarrollarse delante del toro. Incluso han conseguido que yo hiciera algún pase medianamente bueno, lo cual es un mérito increíble por su parte
Aprender a manejar el capote o la muleta, y poder desarrollar el trabajo, realmente es una emoción como no hay otra igual. Pasar miedo cada vez que esperas la salida del toro, que te corrija la posición unos maestros del toreo como los que allí habia, que te animen los compañeros felicitándote por tu actuación frente al toro, es algo impagable, y un recuerdo que ira conmigo de por vida . Esta experiencia es de contar a los nietos.
Para finalizar, quiero hacer una mención especial al maestro Víctor Mendes, pero no creo que se ofenda, si pongo a la misma altura a todos aquellos que han estado en el curso enseñándonos, por las ganas y el interés que han puesto en que aprendieramos.
Finalmente animar a Esteban a que siga organizando este tipo de eventos durante muchos años."
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